EL LAVADO DE LA ROPA DE LOS SANTOS

O el Ritual de la Virginidad

Por César García Córdoba
El “Lavado de la Ropa de los Santos” es una antigua tradición católica que hasta hace unos 50 años atrás se celebraba en varias comunidades del municipio de Tacotalpa, tales como Miraflores o Guayal, pero en la actualidad únicamente se lleva a cabo en el poblado Xicoténcatl, comunidad de origen chol ubicada a unos 25 km de la cabecera municipal de Tacotalpa.
         Y es que el mal entendido proceso de “modernización”, que más bien debería llamarse transculturación, prácticamente ha barrido con las tradiciones y costumbres indígenas de las comunidades de este municipio serrano, limítrofe con el estado de Chiapas.
         Una de las pocas tradiciones que se han logrado salvar de esta extinción es el Lavado de la Ropa de los Santos. Se celebra los días 19 y 20 de enero y consiste en lavar toda la ropa religiosa que se ocupa para vestir a los santos, así como todos los ropajes que se utilizan en el servicio de la iglesia durante todo un año consistente en manteles, cortinas, hábitos, palios, etc.
         Estos ropajes no se lavan al momento de ser utilizados, se guardan en tres grandes baúles de madera; y llegado el día de la fiesta de “San Sebastián”, la comunidad creyente se da cita para lavarlos y así tenerlos disponibles para todo el resto del año.

         Una característica distintiva de esta tradición  es que la ropa sólo es lavada por jóvenes vírgenes, ya que en caso contrario difícilmente se le invita a una joven a participar. 
         El Lavado de la Ropa de los Santos, pues, es una tradición que tiene una doble finalidad, lavar los ropajes sagrados y reivindicar la virginidad femenina como un alto valor del cristianismo.

         La tradición comienza a las 8 de la mañana en el interior de la iglesia católica, a donde los mayordomos, junto con las jovencitas invitadas, se dan cita para iniciar la tradición con una oración. Durante este acto litúrgico se utilizan banderas, sahumerios, incienso, tambores, flautas y oraciones en la lengua materna.
         Al finalizar, mayordomos y señoritas en procesión, se dirigen a la casa del “mayor o mayordomo principal” donde desde el día anterior se colocan las bateas de madera donde las jóvenes lavarán los ropajes sagrados.  Anteriormente, la ropa era lavada a orillas de un río de la localidad, pero la contaminación ambiental y el proceso de modernización limitado esta tradición ancestral. 
         Luego de ser distribuidas en grupo, las jóvenes proceden a lavar toda la ropa que la coordinadora les asigne. Posteriormente se les proporciona pozol y dulce mientras continúan lavando.

         Al concluir de fregar y tender la ropa, a las jóvenes se les agasaja con una abundante comida. Ellas son las primeras en degustar el banquete, posteriormente se invita a pasar a la mesa a todos los asistentes al festejo.
         Para darle de comer a todos los asistentes generalmente se sacrifican dos o tres reses.

         Alrededor de la 1 o 2 de la tarde se celebra una misa. Al terminar esta las jóvenes proceden a descolgar de los tendederos la ropa seca para guardarlas en sus respectivos baúles de madera, no sin antes ser sahumadas y bendecidas por el sacerdote o los mayordomos.  
         De este modo cada año se celebra en el poblado Xicoténcatl el Lavado de la Ropa de los Santos, antiquísima tradición católica que trata -entre otras cosas- de reivindicar la virginidad femenina como un valor intemporal e inamovible del cristianismo.

Cronista Municipal de Tacotalpa
Fotografía: Javier Perdomo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tacotalpa es... Tierra Verde        Ven, Conoce y Disfruta del verdadero Edén